Carlos Rivero
Desde los trece años inicio en la música integrando la banda (Amantes de Lucía), banda dirigida por Cesar López, por esta época inició sus estudios de música en la Orquesta Sinfónica Juvenil, luego conformó diferentes agrupaciones como Hekatombe, Baudeville y los Hermanos Brothers, (junto con su maestro por ese entonces Juan Carlos Ramirez -K Nuto). Tomó cursos libres de Jazz en la Pontificia Universidad Javeriana, para luego pasar a la facultad de música de la Universidad INCCA a estudiar música con énfasis en Jazz, donde culmino sus estudios en 1998 al tiempo que conformaba Phainos Jazz Quartet junto con el también compositor y bajista Juan Carlos Padilla. Al mismo tiempo conocería al compositor y productor Ricardo Prado, con quien iniciaría trabajos de música por encargo para publicidad, televisión, documentales y otros.
Ha ganado dos veces becas de creación en danza contemporánea en la composición de música para estas, en el 2000 comenzó su vínculo con la docencia y con la Escuela de Formación Musical, al mismo tiempo que sería llamado en universidades como la Javeriana, Jorge Tadeo Lozano, San Martin, Los Libertadores, y en escuelas como la Fernando Sor, ENE audio y EMMAT, donde se vincularía también con la radio universitaria, haciendo parte del equipo de programadores y locutores de la franja de Jazz de Javeriana Estereo por los últimos once años, y con mas de veinticinco años de DJ y quince en la docencia tanto en educación superior como en escuelas de música. Actualmente hace parte del proyecto SOULUTION, banda de Southern Rock, Blues Rock, North Mississippi Blues, Country y Grunge.
La escuela siempre me dio un espacio para relajarme y disfrutar. La música y la escuela me formaron como persona: aprendí a trabajar en equipo, a adaptarme a los cambios y a exigirme cada día más cosas sin necesidad de estresarme. Estoy muy agradecida con la escuela y todo lo que me ha permitido hacer y todo lo que he logrado gracias a ella (siempre a mi ritmo, sin competir con los demás). Gran parte de lo que soy se lo debo a mis profesores y compañeros de la EFM.
La EFM fue importante en mi vida ya que entré casi de modo casual pero terminó siendo una de las experiencias que más me marcó. Me hizo crecer como persona y conocerme. Además, el ambiente tiene algo inexplicable que hace que sea un lugar feliz y único. La música se ha vuelto algo fundamental en mi vida y me acompañara siempre.