Sofía Elena Sánchez Messier
Pertenece a la cuarta generación de músicos de un tronco familiar caldense. Nació frente al mar de Santa Marta donde aprendió a tocar diferentes estilos musicales. En Bogotá se encontró con sus otras pasiones: la guitarra solista, los arreglos, la composición y los programas de radio.
Alterna sus labores con presentaciones de los grupos Colombita, Café Camará, Batería Brasil y Rockcito. Es Maestra en música con énfasis en composición y arreglos de la Universidad Distrital, hace parte del grupo de investigación de músicas colombianas en la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca y es directora de La Travesía de los Grillos, proyecto documental sobre su familia paterna.
“La Escuela de Formación Musical ha sido un laboratorio para construir mi propio sistema de enseñanza. Mis estudiantes comparten sus preferencias musicales de tal forma que permanezco en contacto con lo más actualizado y diverso de la música que circula en el mundo. ¡Los chicos han sido maestros para mí en el divertido e interminable juego de aprender!”
Alterna sus labores con presentaciones de los grupos “Colombita”, “Café Camará”, “Batería Brasil” y “Rockcito”. Es Maestra en música con énfasis en composición y arreglos de la Universidad Distrital, hace parte del grupo de investigación de músicas colombianas en la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca y es directora de “La Travesía de los Grillos”, proyecto documental sobre su familia paterna.
“La Escuela de Formación Musical ha sido un laboratorio para construir mi propio sistema de enseñanza. Mis estudiantes comparten sus preferencias musicales de tal forma, que permanezco en contacto con lo más actualizado y diverso de la música que circula en el mundo. Los chicos han sido maestros para mí en el divertido e interminable juego de aprender!”
La escuela siempre me dio un espacio para relajarme y disfrutar. La música y la escuela me formaron como persona: aprendí a trabajar en equipo, a adaptarme a los cambios y a exigirme cada día más cosas sin necesidad de estresarme. Estoy muy agradecida con la escuela y todo lo que me ha permitido hacer y todo lo que he logrado gracias a ella (siempre a mi ritmo, sin competir con los demás). Gran parte de lo que soy se lo debo a mis profesores y compañeros de la EFM.
La EFM fue importante en mi vida ya que entré casi de modo casual pero terminó siendo una de las experiencias que más me marcó. Me hizo crecer como persona y conocerme. Además, el ambiente tiene algo inexplicable que hace que sea un lugar feliz y único. La música se ha vuelto algo fundamental en mi vida y me acompañara siempre.